Generando un Sentido de Pertenencia en Nuestro Ambiente Laboral

¿Qué es el sentido de pertenencia y porque escuchamos que es tan importante?

El sentido de pertenencia se refiere al sentimiento de formar parte de un grupo. De sentirse considerado, involucrado e identificado con el medio ambiente en donde cada individuo se desempeña, tanto en lo personal como en lo laboral.

Representa el tercer nivel de la Pirámide de Maslow, por debajo de la Autorrealización y el reconocimiento; pero actualmente, muchos podrán pensar que su relevancia ha incrementado. Un sentido de pertenencia bajo en los empleados tiene un alto impacto negativo en el desempeño de los equipos de trabajo y por ende en los objetivos y resultados de la empresa.

Algunos aspectos como el incremento del uso de las redes sociales, constantes juntas por videoconferencias, trabajo en casa, entre otras; han provocado cierto distanciamiento entre algunos empleados y por consecuencia, se genera ese sentimiento de ya no pertenecer a ese grupo al que veían y con el que convivían todos los días. Cabe aclarar que ninguno de estos aspectos son negativos, ni son malas practicas. Al contrario, son nuevas maneras de trabajar a las que hay que adecuarse, y que de usarse adecuadamente, aceleran la comunicación y el flujo de información entre los procesos. Sin embargo, deben de ser aplicadas cuidadosamente asegurándonos que la integración de nuestros equipos de trabajo se mantenga en niveles óptimos.

A continuación compartimos algunos aspectos importantes que nos ayudarán a lograr que nuestros equipos se sientan integrados, comprometidos con su trabajo y sientan ser parte importante de la organización:

Comunicación clara y oportuna

Cuando los equipos de trabajo están geográficamente dispersos, es común escuchar comentarios de los empleados como… “Me enteré primero por personas de otras áreas que por mi jefe”; “De no haber venido a la oficina, ni me entero”; Eso pasó hace semanas y apenas lo difunden”. Cuando la comunicación es tardía, incompleta o no se extiende a todos los involucrados al mismo tiempo, crea ansiedad y un sentimiento de ser excluido. Los empleados piensan que algo se trama en contra de ellos o que habrá movimientos organizacionales.

Es conveniente crear espacios de agenda fijos, con una frecuencia que no resulte ni distante ni abrumadora, para mantener actualizados a los equipos de trabajo en cuanto a resultados, avances, nuevos objetivos, etc.

Identificar que motiva a los empleados

En un equipo de trabajo, probablemente existan distintos motivadores para cada integrante, pero seguramente habrá algunos otros que todos, o la mayoría, comparten.

Una excelente herramienta es la aplicación del cuestionario de clima organizacional; formulando preguntas especificas para identificar el nivel de motivación en el que se encuentran los equipos y entender sus inquietudes. El resultado se analiza en equipo y se plantean acciones entre todos, para lograr un ambiente organizacional integrador, fuerte y estable.

Cabe aclarar que la motivación no es hacer cosas que nos animan; eso es una consecuencia. La motivación es crear acciones que le den razones a los empleados para comprometerse con su trabajo, para seguir adelante y sobresalir en equipo. Esto les llevará a incrementar su satisfacción y ánimo.

Balancear cargas de trabajo

Puede ser que en algunos equipos se encuentren empleados mas eficientes que otros; y en ocasiones, los jefes los saturan mas de actividades ya que tienen un nivel de confianza alto en cuanto a sus resultados. Sin embargo, esto no es sostenible. Los empleados con mucha carga de trabajo y jornadas largas, se sentirán abrumados e incomprendidos. No pasará mucho tiempo en que su rendimiento disminuirá y es probable que busquen alguna otra oportunidad de trabajo. Por otro lado; aquellos empleados con menor carga y jornadas cortas de trabajo se sentirán alejados del jefe y pensarán que no serán considerados para promociones o proyectos retadores.

Las actividades deben ser analizadas y distribuidas de una manera equitativa entre los integrantes de los equipos. Tenemos que conocer las fortalezas y debilidades de cada integrante para poder hacer una asignación de tareas en donde se disminuya el estrés y la ansiedad, logrando los resultados mas óptimos.

Capacitación continua

En muchas organizaciones, los empleados pueden pasar meses e incluso años sin recibir capacitación. Se sienten abandonados, como entidades independientes a la organización y suelen escuchar de otros compañeros la frase coloquial de “ráscate como puedas”. Hagamos planes anuales de capacitación considerando los cambios en los procesos, sistemas, controles, riesgos y aspectos del mercado. Sin duda tendrás equipos mas preparados para afrontar los retos de tu empresa y con mayor motivación y compromiso en sus actividades diarias.

Conectar individualmente con los integrantes de los equipos e impulsar cohesión

En un equipo generalmente nos vamos a encontrar diferentes actitudes, gustos, niveles de tolerancia, creencias, etc. Tenemos que entender la estructura de cada uno y buscar la manera en que se genere una buena interacción entre los integrantes.

Por ejemplo, si contamos con un introvertido en nuestro equipo, seguramente batallará mas en comunicarse que el resto, no se integrará fácilmente en reuniones e incluso dudará para aportar sus ideas; ya que puede tener pena o temor de ser objeto de burla o ser excluido. Tenemos que generar situaciones que lo obliguen a participar sin que se sienta empujado o evidenciado e invitar al resto del equipo a la inclusión. El principal objetivo de conectar es crear confianza entre el líder y el empleado, así como entre todos los integrantes del equipo.

Las actividades extracurriculares de esparcimiento son el mejor método para conectar equipos. Es necesario crear momentos que inviten al dialogo relajado en donde todos se conozcan con mayor detalle y puedan compartir experiencias, gustos y objetivos tanto personales como laborales. Deja que la conversación fluya y no pretendas dominarla. Muéstrate abierto y comunica que estas para apoyarles en su trabajo y desarrollo.

Otra práctica de gran utilidad es tener sesiones “uno a uno” con cada integrante del equipo. Darles tiempo para que expresen sus inquietudes, ideas y objetivos profesionales. Es un buen momento para dar y recibir retroalimentación y definir acciones para mejorar la relación de trabajo y el clima organizacional.

Integremos equipos, seamos catalizadores de la unión e integradores de ideas. Solo así podremos afrontar juntos las vicisitudes.

La unión hace la fuerza.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

en_USEnglish